EL FUEGO DEL DRAGON

BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA

Nº 111 – Noviembre de 2007

 

Editado por Carlos Alberto Iurchuk

La Plata – Argentina

iurchuk@netverk.com.ar

"El Dragón Invisible"

http://dragoninvisible.com.ar/


Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del boletín.


Vecindad oscura: El mundo de los jinas

(Segunda parte)

 

Scott Corrales

Bradford – Estados Unidos

lornis1@earthlink.net

 

Animales y tecnología de los jinas

 

La literatura islámica nos indica que los jinas disponen de animales, y que está permitido darles el excremento tanto humano como animal como alimento (con la consiguiente prohibición del consumo de excremento por los humanos, como si fuese necesario). Sin embargo, dichos seres carecen de descripciones y los estudiosos reponen que "así lo quiere Alá".

Nos toca a nosotros especular sobre si las criaturas de ojos fulgurantes que reporta la criptozoología – ciertas especies de pie grande, el chupacabras, aves monstruosas, etc. – corresponden a estos animales de los jinas, a pesar de que los hemos visto alimentarse de sangre y carroña y no de materia fecal, aunque quién lo sabe. El psicólogo Berthold Schwarz, estudioso del fenómeno ovni desde la perspectiva psiquiátrica, manifestó en su análisis del avistamiento ovni / encuentro con seres peludos en Greensburg, Pennsylvania (USA), en 1973, los ojos de color rojo intenso de los seres – un espécimen adulto y otro aparentemente infantil, que a juzgar por los bocetos producidos por los testigos, guardaban más parecido con el hombre lobo que con los simioides asociados con Bigfoot – "sugerían la posibilidad de que su origen era un mundo totalmente a oscuras" (Schwarz, Berthold E., UFO Dynamics. Moore Haven, Florida: Rainbow Books, 1983). ¿Podría ser este mundo de tinieblas, que tanta repercusión ha tenido en las religiones occidentales, la realidad asignada a los jinas? De ser así, no es de sorprender que quieran visitar la nuestra de vez en cuando.

Un pensador contemporáneo se ha interesado en la posible tecnología disponible en la oscura vecindad de los jinas. Charles Upton, autor de The System of Antichrist (NY: Sophia Perennis, 2001), aborda un aspecto que algunos podrán considerar delirante, o cuanto menos, digno de una novela de Conan el Bárbaro: la posibilidad de que los jinas dispongan de tecnología, ya sea de su propia confección o robada a los humanos.

Antes de pasar a los pensamientos de Upton al respecto, vale la pena considerar que otros han discurrido brevemente en este sentido, tal vez inspirados por los grabados medievales que muestran el "infierno" en todo su terror, lleno de demonios que atormentan a los impíos con una variedad de implementos – ruedas de tortura, largas agujas, garfios y otros objetos cuyos fines no quedan muy claros. Lo lógico, claro está sería suponer que el artista medieval o renacentista ponía en manos de los amos del inframundo la utilería disponible a cualquier torturador de la Santa Hermandad...

Pero Upton opina lo contrario, dando a conocer los escritos del sacerdote ortodoxo Seraphim Rose, fallecido en 1982, que afirmaba que el fenómeno ovni, por ejemplo, no era sino "demonios que hacen lo que siempre han hecho los demonios. Sus naves son el producto de una tecnología "demoníaca" que comienza en el reino de lo sutil y que afecta el reino de lo físico: Queda claro que las manifestaciones de los platillos voladores de la actualidad caben dentro de la tecnología disponible a los demonios. De hecho, no hay nada que los explique de mejor forma. Las múltiples decepciones demoníacas que aparecen en la literatura [de la iglesia ortodoxa] han sido adaptadas al mito de lo espacial y nada más" (Upton, p.334, citando a Rose). El fenecido sacerdote de la iglesia ortodoxa sostuvo que los ovnis son "tanto naves físicas como dispositivos psíquicos".

Upton asigna lo dicho por el sacerdote ortodoxo a sus propias investigaciones sobre los jinas: "[...] Y esto está precisamente alineado con el folklore sobre los jinas en todas partes del mundo: son capaces de afectar el plano de lo físico, pero son incapaces de mantenerse en él de forma estable. Me pregunto a veces si nuestra tecnología informática, que siempre me ha parecido inspirada por los jinas en cierta medida, puede representar una manera de construir vehículos para sí mismos que sean estables en nuestro mundo, en vista del hecho de que los jinas y los OVNI parecen ser capaces de relacionarse con la energía electromagnética".

¿Será Upton partidario de los "luditas" del siglo XIX que abogaban por la destrucción de la maquinaria infernal de la revolución industrial? Sus palabras parecen sugerirlo, pero no sería ni el primero ni el único en pensar que el mundo informático – su mayor exponente siendo la red mundial, Internet – ha adquirido inteligencia propia o está bajo el control de alguna fuente extrahumana. En 1997, el investigador Steve Mizrach abordaba el tema en su trabajo "Ghost in the Machine: Haitian Voudoun and the Matrix" (Crash Collusion No. 8, Austin, Tx), recalcando que la nueva generación de programadores estaba asombrada por los algoritmos que empleaban para escribir sus programas, algoritmos que parecían estar vivos por sus propiedades inesperadas y emergentes, y sus reacciones al estímulo externo... muchos de los técnicos en robótica a menudo quedan azorados por las respuestas casi "vivas" de sus creaciones, que parecen reacciones animales o humanas y no definidas por los algoritmos de control. Terence Sejnowski, neurocientífico del hospital Howard Hughes, no niega la posibilidad de que Internet haya adquirido conciencia propia (The World Question Center, http://www.edge.org/q2006/q06_8.html). Pero esto nos aleja demasiado de la cuestión de los jinas y su tecnología.En los años ’60 y ’70 del siglo XX se dieron casos que fueron pasados por alto por carecer de los elementos dramáticos recetados por la ufología – el avistamiento o aterrizaje, persecución del testigo por los no humanos y luego su hostigamiento por los militares. Estos casos que rayaban en lo "forteano" incluían descripciones del robo de tecnología de computación de los almacenes de la Honeywell u otras fabricas de computadoras de esa época por platillos voladores. Otros testigos, llevados a bordo de los platillos, afirmarían haber visto tecnología humana en las naves. ¿Elementos técnicos robados por los jinas, o esfuerzos de parte de la cúpula militar o política para confundir a los testigos de lo insólito?

Si consideramos la posibilidad de los jinas generan su propia maquinaria o roban la nuestra, ¿serviría esto para explicar la casuística aún inexplicada de los "dirigibles fantasma" que crearon sensación entre 1896 y 1897? ¿O los aviones y cohetes fantasma vistos en Escandinavia en 1946? Durante la oleada de los dirigibles fantasma, parecía ser que pseudohumanos se divertían imitando los torpes esfuerzos de los humanos por lograr el ansiado sueño de volar. La casuística va desde enormes dirigibles dignos de Robur el Conquistador hasta aviones que batían sus alas al volar (según John Keel). Tan pronto como los hermanos Wright, Dos Santos y Bleriot se salieron con la suya, los armatostes voladores dejaron de aparecer.

 

Las abducciones platilleras y los jinas

 

A esto es lo que queríamos llegar. Estamos en plena libertad de pensar que el fenómeno de los secuestros por seres provenientes de los ovnis u otras realidades son una realidad inquietante o uno de los casos de psicosis masiva más impresionantes de la historia humana. Algunos escritores e investigadores han intentado abordar el tema detenidamente, preguntándose si una civilización verdaderamente alienígena y súper avanzada se valiese de los métodos de estudio (o hibridaje) empleados por los supuestos "grises", "rubios" y "reptiloides" que aparecen en las crónicas contemporáneas. Sería de esperar que una súper civilización manipularía la genética con mayor facilidad que la nuestra, sin que el sujeto de la experimentación se enterase jamás de lo sucedido. Pero a pesar de los despliegues de tecnología (o pseudotecnología) que los secuestradores dejan ver a sus víctimas, sus métodos son primitivos, invasivos y hasta sádicos.

A nuestra civilización del siglo XXI, sumergida en la informática, obteniendo placer de sus consolas de Nintendo y de la visualización pasiva de programas de televisión, le resulta más fácil creer en visitantes técnicamente avanzados de otro planeta que en criaturas cuya existencia conocemos mayormente gracias a "Las Mil y Una Noches", aunque todas las culturas se pronuncian sobre este otro orden de seres. La obsesión por combinarse con los seres humanos es algo que sale hasta en nuestras obras fantásticas. Un ejemplo clásico lo es el mago Merlín (Myrrdin) de la tradición celta, siendo hijo de una mortal con un ser "que aunque no malo, distaba mucho de ser bueno" – descripción que se ajusta perfectamente a los jinas.

Hemos visto que la tradición musulmana opina que los jinas son capaces de cambiar de aspecto con facilidad, asumiendo formas agradables o repulsivas según les convenga. Este don de mutabilidad parecería corresponder a los "grises" que se han vuelto parte del establishment ufológico. Los testigos en muchos casos dicen haber copulado con machos o hembras sumamente atractivos según los cánones de belleza humanos, pero que acaban siendo enanos macrocéfalos (uno de ellos con peluca negra, según un secuestrado). Este don de los jinas y de otros seres de la mitología humana ha sido tecnificado – cómo no – y descrito como un "recuerdo pantalla" que los grises pueden superponer sobre los recuerdos del abducido.

Los secuestrados también afirman – a veces bajo hipnosis, otras de forma consciente – haber visto el fruto de esta mezcla de especies: seres mitad humano, mitad "gris", débiles y enclenques. A veces describen criaturas más desarrolladas, claros rasgos humanos pero con los enormes ojos negros de su ascendencia extrahumana. Otros secuestrados hablan largo y tendido de ayudantes humanos al cien por cien que trabajan lado a lado con los grises. ¿Parte de una quinta columna humana que ayuda a los extrahumanos, o sencillamente seres que asumen un aspecto agradable para tranquilizarnos?

"En fechas recientes, algunos secuestrados han referido sus visitas a una habitación llena de fetos que flotan en tanques, o que se les ha entregado bebés o niños híbridos para que jueguen con ellos o se relacionen. Si el testigo es llevado por los seres, el destino es ultramundano, sin ser necesariamente otro planeta. Un breve viaje lleva a la nave y sus tripulantes a un entorno subterráneo o submarino: un mundo intraterreno de gran belleza pero sin luz solar, o un cielo iluminado de manera uniforme [...] a menudo oscuro y desolado, con señales de ruina y destrucción" (Bullard, Thos. "Abductions". The Encyclopedia of Extraterrestrial Encounters, Ed. Ronald Story. Nueva York: 2001. p. 6).

Los elfos o duendes que describía el Reverendo Kirk en su obra The Secret Commonwealth afirmaban ser capaces de destruir la humanidad de un solo tajo, pero no lo hacían "porque aguardaban la Salvación". Un miramiento sumamente cristiano, naturalmente. Pero esta salvación o redención la conseguirían solamente a través de los humanos, combinándose con nosotros para obtener aquello que los religiosos han llamado "el alma" – concepto que dibujará una sonrisa de desprecio en los labios de los escépticos. Si tomamos por verdadera la suposición de que los presuntos secuestrados han visto y vivido todo lo que nos han contado, ¿podemos suponer que a pesar de la debilidad de la prole, y el cuidado intensivo que requieren, ahora tienen alma?

Por otro lado, no deja de ser interesante que los ufólogos hayan tomado esta amalgama de especies por algo positivo. En la conferencia del Human Potential Foundation celebrada en Washington, D.C., en 1993 y cuyo tema era "El encuentro entre culturas cósmicas", un ex-asesor legal del Consejo Nacional de Investigaciones haya clasificado a los híbridos de gris y humano como "la próxima especie, homo alterios spatialis".

Muchos secuestrados insisten en haber presenciado imágenes del futuro de la humanidad en un planeta totalmente destrozado por las crisis ambientales, la contaminación o los impactos con cuerpos del espacio exterior. Estas pavorosas escenas han sido proyectadas directamente a las mentes de los secuestrados, o han sido parte de una especie de "representación teatral" en la que muchos secuestrados miran fijamente lo que parece ser una pantalla que muestra el futuro. Los únicos que podrán sobrevivir en este mundo apocalíptico serán los híbridos de seres humanos y grises, perfectamente aclimatados al terrible "nuevo mundo".

Charles Upton nos ofrece una posibilidad francamente aterradora, pero que sólo convencerá a los religiosos: "Pero si están tan empeñados en fascinar a los pobres mortales con sus poderes superiores, ¿a qué se debe su aparente envidia a nuestra capacidad de ocupar cuerpos físicos? ¿Será que están plenamente conscientes de que la figura humana es la imagen de Dios, aunque lo hayamos olvidado nosotros, y por consiguiente hacen todo lo posible por sustituirlo, mayormente tentándonos a desconstruirlo física y psíquicamente? Si ellos, con todo sus dones, aparentemente quieren volverse humanos, a la par que quieren hacernos más parecidos a sí mismos, ¿qué nos dice esto sobre la autoevaluación de su condición? Tal vez sencillamente están intentando evitar el Infierno" (Upton, System of Antichrist, p. 338).

 

Resumiendo

 

Todos los que vivimos en la actualidad, con algunas salvedades, somos producto del cine, la televisión y la literatura de fantasía y ciencia-ficción. No nos molesta en absoluto describir un aparato o situación como "digno de Viaje a las Estrellas o La Guerra de las Galaxias". Nuestro marco de referencia es la tecnología, desde la primerísima calculadora de mano hasta el novísimo iPod® de la empresa Apple. Si vemos una luz extraña en el cielo, o un vehículo discoidal en medio de un prado, tampoco dudamos en ubicarlo dentro de un contexto tecnológico, en este caso, la nave espacial proveniente de cualquiera de los planetas / civilizaciones / galaxias que nuestras lecturas e idas al cine han creado en nuestras mentes. De hecho, es mucho más verosímil y culturalmente aceptable hablar de alienígenas, extraterrestres, etc., que de elfos, jinas, sílfides y ondinas a pesar de que existen tradiciones milenarias sobre estos seres y su relación con nuestra especie.

Está bien visto pensar que una cultura extraplanetaria envía sus naves para secuestrar hombres y mujeres, utilizar su material reproductivo contra su voluntad por el bien del futuro de la humanidad, o para salvar otra especie que haya perdido sus facultades reproductivas, o porque los miembros de dicha especie son en realidad "los Vigilantes" del Antiguo Testamento, o porque su misión es la de conservar la vida en todos los planetas habitados. Pensar en que dichos seres son en verdad los vecinos que siempre hemos tenido, que estaban en nuestro mundo mucho antes de la aparición de la humanidad y que posiblemente sigan aquí después de nuestra extinción, es descabellado... o al menos eso nos dicen.


El misterio del ovni de El Macón y los abominables hombres de la Puna

 

Fabio Picasso

Buenos Aires – Argentina

anomaly@sinectis.com.ar

 

Esta serie de sucesos conforman una de las páginas más oscuras y analizadas de la ovnilogía argentina. No pretendo con esta crónica esclarecer esos puntos, sin embargo como punto de partida para una próxima recopilación, he considerado oportuno relatar con lujo de detalles y en orden cronológico todos los sucesos acaecidos en esas inhóspitas regiones salteñas.

Para ello me he basado en los artículos originales publicados por el diario La Razón y algunas otras fuentes menos relevantes.

Todo comenzó en apariencia en el año 1955 cuando "desde Tolar Grande, población próxima al nevado El Macón, se observó una colosal conmoción en una de las laderas del cerro, algo así como si un aerolito se hubiera precipitado contra el mismo. Este hecho no se investigó y no faltó quien afirmara que el objeto caído en El Macón era una aeronave de forma desacostumbrada, precisando más se dijo que tenía la forma de un habano". (1)

Recién un año más tarde algún explorador trató de investigar esos sucesos y nuevamente en 1957 se volvió a escalar el cerro, en el primer caso se trató de un geólogo y en el segundo con fines arqueológicos presumiblemente.

Es interesante notar que probablemente este caso haya sido la culminación de una aún desconocida oleada que en cierto modo continúa la de 1954 que en apariencia en el cono sur se prolongó a los primeros meses de 1955.

Pero sigamos relatando los hechos en forma ordenada. Como he dicho el supuesto accidente en El Macón ocurrió en una fecha aún no precisada de 1955 pero seguramente habría sido olvidado sino hubiera sido por el resonante caso de los ovnis fotografiados en la zona del Salar de Arizaro.

"Según un grupo de vecinos del Salar de Arizaro, departamento de Los Andes, el 15 del corriente cuerpos extraños surcaron el espacio a gran velocidad. Uno de los vecinos capataz de una cuadrilla de Vialidad Nacional, manifestó que ya en otras oportunidades habían visto en el cielo esos cuerpos extraños pero nunca como ahora. Expresó que esta vez la baja altura a que pasaron permitió que se observara claramente sus formas no obstante su tremenda velocidad. Agregó que los integrantes de la cuadrilla quedaron asombrados cuando vieron aparecer largos cuerpos de color plateado en forma de huso que se dirigían de NE a SO haciendo rápidos cambios de rumbo. En pocos segundos esos cuerpos estaban al otro lado del salar. No emitían ruido alguno al avanzar y de la parte trasera de cada uno de ellos se desprendía una estela de humo blanco que prácticamente cubrió el cielo en ese lugar. Los aparatos siguieron hacia la mina de Arita para pasar luego por las serranías de Achibarca y dirigirse hacia el volcán Antofalla". (2)

Luego los medios periodísticos sufrieron un silencio de casi un mes pues aparentemente las fotografías fueron mantenidas en secreto pues se dijo que la Gendarmería Nacional había tomado intervención en el caso. Tal hecho se desprende del artículo que a continuación transcribo:

"No obstante el silencio que se guarda en las esferas oficiales en torno a la aparición de los cigarros voladores en la región de la Puna conocida como Salar de Arizaro se está en condiciones de afirmar que la Gendarmería Nacional investiga el hecho desde el 15 de marzo (abril – N.A.) pasado, fecha del extraño suceso que ha conmovido a toda la opinión pública del país. También puede asegurarse que las fotos obtenidas de los platos voladores por el personal de Vialidad Nacional que se halla en la zona sobrevolada, se encuentran en poder de la misma dependencia nacional. Como se recordará los extraños artefactos cruzaron el espacio a gran velocidad pareciendo en un momento determinado detenerse, circunstancia que fue aprovechada para lograr las tomas fotográficas. Los observadores ocasionales de los desconocidos viajeros determinaron también su forma de huso y su desplazamiento absolutamente silencioso, con lo que ha quedado descartada la posibilidad de que se tratase de aviones a reacción de procedencia chilena o boliviana. Por otra parte, el tipo de avión a reacción conocido no tiene gran autonomía de vuelo, no existiendo tampoco base aérea próxima al Salar de Arizaro". (3)

Transcurrió en silencio otro mes para finalmente a principios de junio de 1956 la Gendarmería Nacional emitió un comunicado tratando de aclarar los sucesos.

"Ampliando lo dado a conocer con anterioridad, se ha confirmado que el día 13 de abril próximo pasado fue avistado por personal de la sección Tolar Grande de Gendarmería Nacional dependiente del escuadrón San Antonio de los Cobres, destacado en la provincia de Salta, un extraño cuerpo volador en forma de cigarro o huso de 300 metros de longitud que despedía reflejos plateados, dando la impresión de ser de aluminio, que avanzaba a gran velocidad sobre el salar de Arizaro en dirección NO hacia Socompa dejando una estela blanca. Debido a la gran velocidad del extraño cuerpo no se pudieron precisar las características del mismo. Con referencia a la fotografía inserta, la misma comunicación expresa que la registró el Sr. Máximo Chilo, empleado de Vialidad Nacional, que se encontraba en las inmediaciones y captó el aludido cuerpo volador". (4)

Como dato interesante el 29 de junio un gigantesco "cigarro de las nubes" en la terminología adoptada por Aime Michel apareció en la tarde de la ciudad de Buenos Aires, más precisamente en pleno centro porteño, siendo observado por numerosas personas. (5)

Curiosamente el 10 de julio el mismo diario La Razón publica declaraciones del fotógrafo quien paradójicamente afirma que desea que su nombre permanezca en secreto, cuando un mes antes el informe de Gendarmería lo identificaba claramente.

Es imposible saber si se trata de la misma persona o bien hubo dos fotógrafos, de todas maneras es interesante reseñar esas declaraciones.

"...Ahora también se agita el debate en torno a los extraños aparatos que aparecieron volando el 15 de abril sobre la meseta del Salar de Arizaro. Días pasados, dos señores Esteban Bossy y Diego Alonso afirmaron que tales cigarros o platos voladores, no eran otra cosa que aviones a reacción del ejército que tienen su ruta entre Quito y Chile, por esta región. Pero la respuesta a esta afirmación no se ha hecho esperar. Un testigo presencial y autor de las fotografías que acerca de los aparatos se publicaron en Buenos Aires por autorización de Gendarmería Nacional, reitera que se está en presencia de naves extrañas, quizás al propio planeta, cuyas "irradiaciones atómicas" provocaron la precipitación de la gelatina sensible de las películas fotográficas. En apoyo de esta teoría, señala el informante, el hecho de que los tres rollos de instantáneas que se lograron al paso de los aparatos, resultaron total o parcialmente velados, no obstante haberse operado correctamente, tanto en enfoque como en admisión de luz. A estar siempre a las declaraciones del testigo que ruega que se mantenga su nombre a cubierto, no se trata de aviones a retropropulsión, ni de ninguna aeronave de diseño convencional que se conozca en las organizaciones aeronáuticas civiles o militares del mundo, tratábase de extraños cuerpos. Y agrega: "Las máquinas o aparatos observados, además de su tamaño, no presentaban los planos de sustentación de las alas, ni el timón de dirección. Su estructura fusiforme lisa metálica le daba la apariencia de dirigibles de gran tamaño, de extraordinaria maniobrabilidad, que efectuaban bruscos y escarpados virajes a enormes velocidades. Finalmente, el testigo que apela a lo dicho por numerosos otros, pertenecientes al personal de Vialidad Nacional y a la propia Gendarmería, dice que la estela de humo que dejaban a su paso excedía enormemente en volumen a la posible de condensación de gases que podrían despedir turbinas de cualquier avión a reacción". (6)

Todo aparentemente culminaba con estas declaraciones y creo que muy poco hubiera trascendido de esos desérticos parajes a no ser por las declaraciones de un geólogo llamado Spitch quien agregó otro condimento a la ya alterada tranquilidad de la zona.

"Y ahora lo más sensacional, si ello cabe aún: el Abominable Hombre de las Nieves cuya historia nos hacía sonreír, ha puesto seria a la población salteña. Y el caso no es para menos: Yeti, el extraño ser del Himalaya, ha hecho su aparición en el nevado El Macón, en la Puna. Tal es la noticia escueta que corre de boca en boca. La historia es ésta. Hace pocos días regresó de El Macón, cerro nevado de la Puna, el ingeniero Claudio Level Spitch, indiscutible autoridad en materia de minerales radioactivos, que precisamente en cumplimiento de una misión de su especialidad hizo el viaje al lugar indicado. Pero sus hallazgos han superado todo cálculo, ya que además de haber podido determinar la existencia de minerales del tipo de los buscados, ha encontrado huellas humanas a más de 5.700 metros de altura. Pero estas huellas, además de tener tales características, superan en algunos casos los 40 centímetros de largo y el propio ingeniero Spitch, al formular declaraciones al diario El Tribuno de Salta, destacó la extraña similitud de su hallazgo con las del Abominable Hombre de las Nieves encontradas en el legendario Tibet. Las huellas halladas en la cumbre del imponente Macón exceden toda posibilidad humana, expresó también el Ingeniero Spitch". (7)

Es de hacer notar que los medios periodísticos nacionales veían publicando en forma bastante seguida informaciones acerca del Yeti y otras criaturas peludas asiáticas incluso hasta de Malasia. Para ello basta recorrer las páginas de La Razón entre 1951 y 1956 donde he registrado al menos 13 artículos aludiendo a Hombres Salvajes o yeti. (8)

Dos días después se publicaron algunas ampliaciones a las declaraciones del ingeniero Spitch.

"Luego de las primeras y sensacionales declaraciones formuladas por el ingeniero en minas Claudio Spitch acerca de la presencia de extraños seres en las inmediaciones de El Macón, que se levanta a más de 6.600 metros sobre los páramos de la Puna de Atacama, se han podido recoger otras informaciones que confirmarían aquellas noticias suministradas por el mencionado técnico minero. En efecto, informantes oficiosos han declarado haber comprobado huellas de características humanas pero de proporciones gigantes tanto en las heladas arenas de El Macón como en sus propias pampas de nieve. Estas huellas según tales informante aparecieron con mayor nitidez en dos oportunidades. La primera de ellas hace alrededor de un año cuando desde Tolar Grande, población próxima a El Macón se observó una colosal explosión. La segunda oportunidad en que han aparecido las huellas que hoy han comenzado a preocupar a toda la población es en estos momentos, es decir a pocas semanas de haberse notado en los cielos de Salar de Arizaro la curiosa aparición de artefactos aéreos que han sido calificados en algunos casos como "cigarros voladores" y tal las pruebas fotográficas obtenidas ocasionalmente. La imaginación popular que crece en estos casos empieza a tejer la posibilidad de que se esté ante hechos sensacionales que podrían significar el aterrizaje de seres extraterrestres en esta parte del planeta. Se trae a colación la coincidencia de apariciones similares en el llamado techo del Mundo en el Himalaya, donde el Yeti o Abominable Hombre de las Nieves inquieta desde hace tiempo a profanos y científicos. Estos personajes llegados desde otros mundos estarían entonces prefiriendo las cumbres más altas y quizás climas más propios para su conformación a los efectos de llevar a cabo sus primeras incursiones terrestres. El espacio sideral no explorado por los humanos es vehículo propicio para posibilitar toda clase de navegación y la Puna de Atacama resulta también por la enorme superficie de sus pampas heladas el lugar adecuado para el aterrizaje de naves de proporciones inusitadas. Es de recordar que quienes observaron accidentalmente el pasaje de las aeronaves que surcaron los cielos de Salar de Arizaro el 14 de abril pasado afirmaron que las mismas tenían una longitud que bien podía llegar a los 300 metros. En esta oportunidad personal de Gendarmería intervino de inmediato disponiendo el secuestro de las películas obtenidas. Posteriormente, la misma repartición suministró al periodismo metropolitano copias de las fotografías logradas y en las que se documentaba el paso de los extraños aparatos". (9)

Hasta aquí los elementos tendían a la presencia de seres extraños pero más allá de las huellas nadie había apreciado en realidad a estas criaturas. Sin embargo un arriero tuvo la oportunidad de toparse con esta bestia.

"En el destacamento policial de la Quebrada de Agua de Chuya, se presentó Ernesto Sanitolay, argentino de 35 años, arriero de profesión, quien en forma entrecortada y dando muestras de viva agitación relató a las autoridades que momentos antes, mientras guiaba el ganado por una hondonada, le salió al paso una extraña criatura cubierta de espesa pelambre que comenzó a dar alaridos al tiempo que intentaba espantarle la tropa. Pasado el primer instante de confusión el arriero pudo precisar que se trataba de un ser algo más grande que un mono, cubierto de pelos escarchados y dotado de una gran agilidad, que le permitió eludir los disparos que éste le hiciera con una escopeta. La policía que confía en la veracidad del relato ha iniciado las averiguaciones pertinentes". (10)

Posteriormente el mismo diario publicaba más detalles del encuentro aunque confundiendo en cierto modo nombres y edades del testigo.

"Con el arribo a Chicoana del arriero y transportista Ciriaco Taritolay (sic) que viviera la escalofriante aventura de haber sido testigo de la aparición del yeti o Abominable Hombre de las Nieves, se conocen nuevos detalles de este singular episodio. La narración del suceso del que fue protagonista es la siguiente. El día 23 de julio mientras se dirigía a esta localidad en la entrada de la Quebrada del Agua Chuya, fue sorprendido por una aparición sobrenatural que estimó absolutamente real y no una visión. Esta aparición consistió en una gigantesca criatura, cubierta al parecer de un pelaje escarchado. La zona está cubierta de nieve y rodeada de cerros nevados, aclaró el arriero. Este ser, cuyos pies según pude calcular por las pisadas que dejó superaban los 45 centímetros, se desplazaba delante de mí a grandes saltos y con sorprendente agilidad. Su forma era más humana que simia. Superado el primer instante de sorpresa y temor y al observar que el extraño ser trataba más de huir que de aproximarse lo perseguí con mi escopeta, pero no tardó en desaparecer entre los cerros. Tal lo narrado por el testigo oriundo de la Quebrada de Escoipe, que en la actualidad cuenta con 65 años de edad (sic) y que es amplio conocedor de la sierra y los nevados del Chañí. La narración del arriero de Chicoana no hace más que confirmar anteriores informaciones que denunciaron la aparición de rastros de algún ser de grandes proporciones en los nevados de la Puna y de las que se hiciera amplio eco en la prensa de todo el país". (11)

Al día siguiente recogemos nuevas informaciones brindadas según La Razón por un corresponsal en Tolar Grande, enviado que probablemente pertenecía al diario El Tribuno, cuyo reporte trascribió el medio capitalino sin citar la fuente.

"Un corresponsal que regresó a Salta afirma estar en condiciones de suministrar numerosos detalles de la extraña criatura que habría hecho su aparición en El Macón. A través de una minuciosa visita a Tolar Grande, estación ferroviaria próxima al lugar escenario de la revelación, se han recogido narraciones y reunido detalles que tienden a confirmar la aventura vivida por el técnico minero y ciudadano polaco C. L. Spitch y luego por el arriero de Chicoana. De acuerdo con los nuevos informantes, pobladores humildes en su mayoría de la Puna en numerosas ocasiones desde hace alrededor de 3 años, vale decir desde que se produjera la extraña colisión contra El Macón y que en su oportunidad se atribuyó a la caída de un aerolito, hubo manifestaciones que indicarían la presencia de alguno o varios seres extraños en los nevados de la Puna. Uno de los informantes que solicitó la reserva de su nombre, explicó que en distintas ocasiones ha podido escuchar con toda nitidez gritos de fuerte resonancia durante el crepúsculo y muy especialmente al iniciarse el escarchamiento de los arroyos en las primeras horas de la noche. También, y esto lo han afirmado varias personas, entre las peñas, donde anidan las aves de los cerros, cóndores y águilas de la Puna, se han encontrado a éstas muertas y parcialmente destrozadas y sus nidos saqueados. Estas fantásticas narraciones agregan que en todos los casos y junto a los nidales destruidos se han encontrado huellas de grandes dimensiones, que por sus características no pueden ser atribuidas a los osos, en lo que en un primer momento se creyó (Recordemos que el único oso conocido de los Andes es el llamado Oso de Anteojos o Tremarctus Ornatus que vive de todas maneras en alturas mucho menores a la de la Puna – N.A.).

Todos coinciden también en asegurar que estos detalles que denunciarían la presencia del famoso Abominable Hombre de las Nieves, del lejano Tibet, han venido siendo notados desde hace tiempo, pero que se han mantenido en reserva por temor a la burla de los demás. Ahora, la gente animada a hablar después de las afirmaciones de Spitch, que relató la existencia de rastros de seres desconocidos al término de una de sus habituales excursiones por la Puna, en busca de minerales radioactivos. Con relación a la recordada colisión en el cerro El Macón, hace 3 años (recordemos que otros artículos la situaban en 1955 – N.A.), también se han podido recoger nuevos detalles. Si bien en aquella oportunidad se atribuyó el estruendo oído en Tolar Grande al chocar de algún aerolito contra la montaña, vecinos del lugar aseguran ahora que se trató de un objeto extraño, de enormes proporciones, que se disgregó al embestir el cerro, habiéndose encontrado con posterioridad algunos vestigios de materiales desconocidos en la región. Como es justo suponer, la aparición de posibles criaturas sobrenaturales en la Puna, es el tema obligado tanto en esta ciudad como en el resto de la provincia". (12)

Nada apareció en la prensa hasta el mes de noviembre cuando un escueto reporte daba cuenta de las actividades desarrolladas por una expedición realizada a la zona de la Puna.

"Una reciente expedición del Club Andino del Norte y del Centro de Estudios Libres de la facultad de Ciencias Naturales ha realizado interesantes hallazgos que determinarían la existencia de raros animales en las heladas regiones de la Puna de Atacama. La expedición operó en la zona del Salar de Arizaro, hacia el norte tratando de ubicar vías de acceso a los nevados de Aracar, Guanaqueros, El Macón e Incahuasi, y llegó hasta unos 3 kilómetros de la frontera con Chile. Al regresar los miembros de la expedición hicieron entrega a la Facultad de restos de animales de curiosas características. Se encuentra entre ellos una especie de cabrío con raras formaciones córneas semidevorado por los zorros que abundan en la región. Estos restos se componen de cuero, cabeza y extremidades. Otro de los animales encontrados y que aún no se ha podido determinar de qué se trata es un desconocida especie de lagarto de 70 centímetros de largo, con cuerpo de 40 y cola de 30, fuertes extremidades y cuya cabeza semeja la de un sapo. En la cabeza se nota una formación parecida a la pechuga de una gallina. Este ejemplar está totalmente desecado por la acción del frío y la salinidad de la Puna". (13)

Poco después otra expedición se trasladó a esas inhóspitas regiones demostrando un inusitado interés probablemente generado por los sucesos que a lo largo de estas páginas he desarrollado.

"De regreso de una expedición que logró por primera vez escalar el macizo de El Macón, ha formulado declaraciones a la prensa el doctor José Cerato de la ciudad de Córdoba. A través de toda la expedición, ha dicho, se han podido reunir numerosas informaciones acerca de la presencia de extraños artefactos aéreos sobrevolando de continuo y desde 1955 las heladas regiones de la Puna y especialmente el macizo de El Macón. En la cima del cerro, por otra parte ha agregado el nombrado, se determinó la existencia de antiquísimas construcciones indígenas y curiosos rastros similares a los que podría producir el descenso a gran velocidad de algo lo suficientemente pesado. Las construcciones indígenas son una bóveda con leña lo que denota que se trata de una atalaya incaica. Por su parte, las numerosas personas consultadas a lo largo de todo el trayecto han coincidido en afirmar haber visto en vuelo a grandes velocidades y en repetidas ocasiones, aparatos de formas circulares y de huso que distan mucho de loa aerolitos o trozos de asteroides". (14)

El último capítulo de esta extraordinaria historia tuvo lugar en 1957 y consistió en una nueva aparición de huellas y llamativamente de muestras de pelos.

"Arrieros que acaban de llegar a Chicoana, desde el extremo NO de la frontera argentino-boliviana, han efectuado extrañas narraciones sobre manifestaciones de la presencia de seres extraños en la soledades de la Puna. Amplios conocedores de esas regiones, caracterizadas por el intenso frío y fuertes vientos casi permanentes, los arrieros, entre ellos Tránsito Corregidor, han coincidido al decir que algún extraño animal o criatura desconocida hasta el momento habita el lugar, ya que han podido observar grandes rastros como pisadas de un hombre de talla gigante. Además entre algunas marañas y arbustos propios de la zona encontraron pelos que por sus características no pertenecen a ninguno de los animales que habitualmente recorren tan abruptas e inhóspitas comarcas. No han faltado tampoco quienes digan que durante la noche cuando arrecia el frío y el viento han escuchado gritos y alaridos humanos capaces de hacer temblar de miedo al más valiente y templado. Las nuevas narraciones de los arrieros han resucitado la creencia de numerosos pobladores en el sentido de que la Puna de Atacama se encuentra habitada por una edición "criolla" o mejor dicho kolla del Hombre de las Nieves del Himalaya a quien los indígenas denominan Ukumar Zupai o Koquena, figura de la mitología india". (15)

Hasta aquí la extensa crónica que relata las misteriosas apariciones en la Puna entre los años 1955 – 1957. Desafortunadamente aún no he tenido acceso a fuentes regionales y es por ello que este trabajo intenta ser una aproximación a un estudio mucho más exhaustivo. De todas maneras por primera vez se han reunido todas estas referencias en un solo trabajo y a pesar de lo tedioso que quizás resulta su lectura por la repetición de sucesos y la enrevesada redacción de los corresponsales me ha parecido que debía conservar el texto tal como fue redactado.

Los episodios de la Puna tuvieron su continuación en sucesos acaecidos en Chile (1958) que despertaron una atención muy similar y que resultaron ser de similares características según pude determinar basándome en el excelente material aportado la investigadora chilena Liliana Núñez Orellana. Luego en 1960 tuvimos nuevas apariciones de seres humanoides peludos en la zona noreste de Salta, más precisamente en las selvas de Yariguarenda, casos que serán tema de un próximo artículo.

 

(1) La Razón (Buenos Aires) 23 de Julio de 1956

(2) La Razón (Buenos Aires) 18 de Abril de 1956

(3) La Razón (Buenos Aires) 7 de Mayo de 1956

(4) La Razón (Buenos Aires) 4 de Junio de 1956, pg. 6

(5) La Razón (Buenos Aires) 30 de Junio de 1956.

(6) La Razón (Buenos Aires) 10 de Julio de 1956.

(7) La Razón (Buenos Aires) 21 de Julio de 1956.

(8) Base de Datos Megatac 2001. Archivo del Autor.

(9) La Razón (Buenos Aires) 23 de Julio de 1956

(10) La Razón (Buenos Aires) 27 de Julio de 1956.

(11) La Razón (Buenos Aires) 30 de Julio de 1956.

(12) La Razón (Buenos Aires) 1º de Agosto de 1956.

(13) La Razón (Buenos Aires) 2 de Noviembre de 1956.

(14) La Razón (Buenos Aires) 2 de Febrero de 1957

(15) La Razón (Buenos Aires) 24 de Abril de 1957